lunes, 3 de enero de 2011

El año del mundial

Hace ya un par de lustros, quizás tres, recuerdo que entre cerveza y cerveza y en medio de una más o menos acalorada discusión futbolística, le espeté a un viejo amigo cuyo nombre no mencionaré: “¿Tú sabes lo que es la eternidad? La eternidad es el tiempo que tiene que pasar para que España gane un mundial”. Al final, resultó que la eternidad era bastante más corta de lo que yo me imaginaba, tal como mi amigo me recordó minutos después de que Iniesta marcara el gol que habría de elevar a la selección española al cénit del fútbol mundial. Y ése es un tanto que, para desgracia de la derecha nacional, se apuntó el Gobierno soecialista, el mismo que según los voceros del PP iba a desintegrar la Nación, rehén como era de los nacionalistas de distinto pelaje.
            Claro que ése no ha sido el único tanto que se ha marcado el Gobierno de ZP, pues nuestro todavía ZuperPresidente llevó a cabo acciones en este año que, aunque no tan importantes como la gesta futbolística, también  quedarán en nuestra memoria, al menos hasta las elecciones venideras. Acaso la más estelar de ellas haya sido la funesta reforma laboral, aquella que, al menos que se sepa, sólo ha servido para endurecer las condiciones laborales y abaratar el despido. Dicen los más críticos que esta reforma ha sido inútil porque su objetivo era generar empleo y no lo ha conseguido, a la luz de los más de cuatro millones de parados que sigue habiendo en España. Pero yo tengo para mí que la reforma de marras sí ha sido eficaz, lo que ocurre es que su objetivo primero no era generar empleo sino miedo: el miedo que todos los trabajadores que tienen un puesto de trabajo sienten a perder el curro y que les atenaza y vuelve aún más sumisos, conscientes como son de que o aceptan las nuevas reglas que cada día van apareciendo, o se van a incrementar las listas del paro. Y si alguien se pregunta todavía a qué nuevas reglas me estoy refiriendo, les remito a las palabras que ese maestro de la gestión empresarial y ex presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, dijera poco antes de ser sustituido al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), quien tras mucho pensar llegó a la conclusión de que para salir de la crisis sólo hay un camino: cobrar menos y trabajar más.
            Y es que, para nuestro pesar, 2010 será recordado por todos, aunque por algunos mucho más que por otros, como el año del recrudecimiento de la crisis, el año de los más de cuatro millones de parados, el año de la reforma laboral, el año del desmantelamiento del Estado de bienestar… Pero, por encima de todo, el año 2010 pasará a la historia, al menos en la memoria colectiva de los españoles, tanto si son futboleros como si no, como el año en el que, por fin, España ganó un mundial.

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