martes, 21 de mayo de 2013

El conocimiento como fin en sí


E
n el parrafito de ayer me refería al esperpento que supone tener que esconder la formación que uno tiene para poder competir por un puesto de trabajo. Si analizamos la cuestión desde la perspectiva de la relación entre medios y fines, nos damos cuenta de que tradicionalmente se ha entendido que la formación es un medio para alcanzar un fin, a saber, un buen empleo. Una relación que, si bien no ha funcionado siempre así, ahora se revela a todas luces falaz. Tal falacia es la que ha llevado a entender la universidad como una suerte de academia de formación profesional de élite en lugar de lo que, a mi juicio, debería ser: un centro de producción y difusión del conocimiento. Pero entender esto implica comprender que el conocimiento no es sólo un mero medio, que también, sino un fin en sí mismo y que su relación con el empleo sólo tiene sentido en el sinsentido mundo de la mercantilización del saber en el que nos encontramos y tratamos, ay, de sobrevivir.

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