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oy se celebra, como cada tercer jueves de noviembre,
el Día Mundial de la Filosofía. Tal es la fecha escogida por la Unesco para la
celebración de marras, que se lleva a cabo oficialmente desde 2005, aunque su
celebración por parte de la Unesco se remonta a 2002. Promover el análisis y la
investigación filosófica, así como sensibilizar a la opinión pública de la importancia
de la filosofía son algunos de los objetivos principales que se propone el
organismo dependiente de la ONU con la celebración de este día. Pero además la
Unesco insiste en la necesidad de “subrayar la importancia de la generalización
de la enseñanza filosófica para las generaciones futuras”, tal como se puede
leer en el sitio web que la propia Unesco dedica al Día Mundial de la
Filosofía.
Es
este último punto, el de la generalización de la enseñanza de la filosofía, el
que me interesa recalcar hoy, pues, como he denunciado en diferentes ocasiones,
los distintos gobiernos que en España se han ido sucediendo desde hace décadas
han venido maltratando sistemáticamente a la filosofía, hasta dejarla en las
pésimas condiciones en las que se encuentra en la actualidad. El último golpe,
como se sabe, se lo asestó la funesta ley Wert, la Lomce, en virtud de la cual
ha quedado reducida a la mínima expresión en los planes de estudio de ESO y
Bachillerato: desaparecida la Ética como asignatura común en 4º de ESO, solo
quedan Valores Éticos como alternativa a Religión Católica, una Filosofía en 4º
de ESO, también optativa, y Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos en
3º de la ESO, la cual sí es preceptiva, al menos en Canarias, para todo el
alumnado, pero cuenta con tan solo una hora semanal, tal es la importancia que
hasta ahora se le ha dado a la formación en los valores sobre los que se
sustenta la democracia y los derechos humanos. En lo que se refiere al
Bachillerato, se ha mantenido la Filosofía como asignatura común en el primer
curso, pero la Historia de la Filosofía del segundo curso que era común ha
quedado reducida a materia optativa en las ramas de Humanidades y Ciencias
Sociales.
Este
desprecio, obviamente, contraviene las indicaciones de la Unesco, para la que,
como decimos, la enseñanza de esta disciplina es fundamental, toda vez que “la
filosofía proporciona las bases conceptuales de los principios y valores de los
que depende la paz mundial: la democracia, los derechos humanos, la justicia y
la igualdad”. El profesorado de filosofía de Canarias ha venido denunciando
este maltrato, pero sus demandas han caído siempre en saco roto… hasta ahora. Y
es que, por fin, el Parlamento de Canarias ha aprobado por unanimidad una
Proposición No de Ley para que haya asignaturas comunes de filosofía tanto en
la ESO como en Bachillerato. Quienes militamos a favor de la causa de la
filosofía en Canarias no podemos sino aplaudir, y agradecer, el apoyo unánime
del Parlamento a esta iniciativa presentada por la diputada socialista Nayra
Alemán, que abre la puerta a la esperanza de que la filosofía tenga en Canarias
el reconocimiento que se merece. Hasta que ello ocurra, y cuando sea realidad,
sigamos perseverando en la difícil tarea de atrevernos a pensar por nosotros
mismos: ¡Sapere aude!
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