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añana se celebran
las primarias del PSOE y aunque en principio se pudiera pensar que se trata de
un asunto interno del partido que afecta exclusivamente a los militantes, lo
cierto es que, a poco que reflexionemos, es fácil darse cuenta de que lo que
está en juego nos afecta a todos, incluso a los que ni tenemos carnet del PSOE ni
albergamos mayores simpatías hacia el partido de la rosa. Y es que el SOE no
sólo es el partido que durante más tiempo ha gobernado en España, sino que, a
día de hoy, sigue siendo la segunda fuerza política y aspira, cómo no, a volver
a ejercer la hegemonía. De los resultados de mañana dependerá, en buena medida,
que los socialistas recuperen los votos perdidos y, si ello llegara a suceder
algún día, es seguro que el rumbo de sus políticas, así como de sus pactos, será
bien distinto en función de quien tome las riendas del partido.
A tenor de los avales presentados,
sólo Susana Díaz y Pedro Sánchez tienen posibilidades de ganar las elecciones,
pero quién sabe, quizás Patxi López dé la sorpresa y finalmente se erija en el
nuevo secretario general: después del brexit
y Trump quién se atreve a descartar al exlendakari. Si los militantes otorgan
la secretaría general a Susana Díaz, la candidata del aparato, no cabe esperar
grandes cambios. Si, por el contrario, el depuesto Pedro Sánchez vuelve a tener
mando en Ferraz, entonces es de suponer que hará lo posible por desalojar al PP
del Gobierno y formar, esta vez sí, un gobierno de progreso, un gobierno de
cambio. En cuanto a Patxi López, ya gobernó en coalición con el PP en el País
Vasco, pero también formó parte del equipo de Pedro Sánchez, así que, visto que
el eje central de su programa no va más allá de estar en medio de los otros dos
candidatos, de esta tercera vía puede esperarse cualquier cosa, aunque el
talante del personaje no invita a pensar en giros revolucionarios, sino más
bien en adaptaciones ad hoc, en aras
de la unidad del partido y la paz interna, por supuesto.
Así las cosas, todos debemos estar expectantes
ante lo que decida la militancia. Es fácil suponer que en el PP esperen que
gane Susana Díaz, pues su continuidad en el Gobierno depende en buena medida de
ello. Incluso de cara al futuro resultaría más sencillo entenderse con la
candidata de la vieja guardia que con Pedro Sánchez. Algo similar estarán
pensando en Ciudadanos, pues tengo para mí que su acuerdo con Pedro Sánchez fue
en realidad el pacto que el aparato del PSOE pergeñó para no llegar a un
entendimiento con Podemos. Y son los de Podemos precisamente, y con ellos todos
los que se consideran de izquierdas y no son votantes del SOE, los que a estas
alturas se estarán ahogando en un mar de dudas: ¿será preferible que gane Pedro
Sánchez y así poder formar ya un gobierno del cambio, o a medio plazo es mejor
que gane Susana Díaz y que ello propicie en el futuro una desbandada de los
votos de izquierdas que haga que el PSOE siga la misma suerte que otros
partidos socialistas de Europa?
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