jueves, 14 de marzo de 2013

Chávez, ¿un dictador?


L
a muerte de Hugo Chávez ha ocasionado un gran ruido mediático y político a este lado del Atlántico. Si en lo político la tónica general ha sido la de la corrección diplomática, en lo mediático lo que más ha abundado es, como era de prever, la descalificación del fallecido dirigente de Venezuela, a quien se ha tildado más de dictador o caudillo que de presidente de una república democrática. Resulta obvio que en la biografía política de Chávez hay más de un borrón, empezando por el fallido golpe de Estado que protagonizó en los años del caracazo y terminando por su afición a entablar amistades con lo peorcito de la escena política internacional bajo el pretexto del principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países y en una clara puesta en práctica de los postulados del realismo político. Mas todo ello y algunos defectos más no lo convierten en un dictador.
            Y es que desde un punto de vista procedimental, el ascenso de Chávez al poder, así como su permanencia en el mismo, fue siempre siguiendo las reglas básicas de una democracia representativa, a través de procesos electorales tan legítimos como cualquiera, tal como atestiguan los observadores internacionales. Así que, al menos en lo que respecta a este punto, nada hay que objetar a Chávez, ni mucho menos se le pueden dar lecciones de democracia. Sobre todo cuando los que pretenden impartirlas son precisamente los que corrieron a celebrar el fallido golpe de Estado que el presidente electo sufrió en el año 2003. Quienes tengan memoria recordarán que Pedro Carmona, a la sazón presidente de la patronal venezolana, con el apoyo de un grupo de militares, se autoproclamó presidente de Venezuela. Y recordarán también cómo las élites políticas y mediáticas de Canarias y de España se apresuraron a apoyar al golpista Carmona que iba a traer nada menos que la democracia a Venezuela. Claro que el golpe falló y luego cada uno salvó la cara como pudo, en un alarde más de desvergüenza.  
            Mas como en alguna otra ocasión he señalado, la democracia, para ser tal, no sólo ha de ser procedimental sino que también tiene que ser sustantiva. Porque una democracia sólo tiene su razón de ser en tanto que garante de los derechos humanos y éstos no son sólo los civiles y políticos, sino también los derechos económicos, sociales y culturales. Y si atendemos a esta dimensión de la democracia, debemos reconocer los avances conseguidos por la revolución bolivariana, toda vez que en los años en los que gobernó Chávez la pobreza se redujo en Venezuela en un 50 por ciento, según un informe de 2011 elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas. Así que a Chávez se le podrá reprochar no haber erradicado la pobreza, que lo hecho no es suficiente para construir una sociedad igualitaria, que una democracia genuina ha de ser más participativa, incluso que su forma de gobernar es autoritaria y su retórica excesiva e histriónica. Pero lo que no se puede hacer, en rigor, es llamarlo dictador ni dejar de reconocer los logros democráticos y sociales alcanzados en Venezuela en los últimos 14 años.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Un ministro 'ultra'


L
as declaraciones de Jorge Fernández Díaz con respecto al vídeo del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en el que se aprecia cómo la patrullera de la Guardia Civil arrolla a una patera en la costa de Lanzarote parecen más propias de un ultra de un equipo de fútbol que de un ministro del Interior. El incidente que costó la vida de una persona y la desaparición de otras seis ocurrió el pasado mes de diciembre y, desde entonces, la versión oficial del Gobierno insiste en atribuir la responsabilidad de los hechos al patrón de la embarcación en la que viajaban los inmigrantes. Ahora, y pese a las imágenes ofrecidas por el SIVE y publicadas por la Cadena Ser, Fernández Díaz ha vuelto a ratificar la versión oficial y ha afirmado, ¡en el Congreso!, que las imágenes no aportan nada nuevo. Igualito que un ultra cuando repite una y otra vez que una mano dentro del área propia de un jugador de su equipo que todo el mundo ve menos él y los ultras como él no es penalti. Este fanatismo, sin estar bien, es tolerable en una discusión de bar o en una pseudotertulia televisiva de fútbol, pero que el ministro del Interior niegue lo que cualquiera que haya visto el vídeo puede apreciar es inadmisible. Ya veremos qué dice el juez, que aunque no pueda contar con los testigos ya que, gracias a las diligencias de Interior, fueron rápidamente expulsados del país, sí tiene a su disposición la esclarecedora grabación.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Si esto es una crisis o una estafa


D
esde que comenzara la crisis, allá por el año 2007, que se dice pronto, la mayor parte de los ciudadanos hemos ido padeciendo un proceso de constante empobrecimiento. Quien no ha perdido su trabajo ha sufrido recortes salariales, incrementos en su jornada laboral o las dos cosas. La solución a la crisis, por supuesto, siguen pregonando los próceres políticos y empresariales, pasa por la aplicación de la receta que el ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el inigualable Gerardo Díaz Ferrán, no se cansara de repetir: hay que trabajar más y cobrar menos. Una receta que este maestro de la gestión empresarial que llevó a la quiebra a un montón de empresas al tiempo que se llevaba a Suiza unos cuantos millones de euros no se aplicó nunca a sí mismo. Como tampoco se la aplican los que se sientan en los distintos consejos de administración de las empresas del Ibex 35, quienes en 2011 optaron por subirse sus millonarios sueldos un 5 por ciento, a pesar de que los beneficios de las grandes compañías para las que trabajan menguaron un 34 por ciento. A la espera del dato correspondiente a 2012, y mientras tenemos que aguantar la insistencia del actual presidente de la patronal, Juan Rosell, en que hay que ligar los salarios a la productividad, me pregunto si todavía hay alguien que crea que esto es una crisis y no una estafa.

lunes, 4 de marzo de 2013

Los moderados del PP


E
l día en que José María Aznar, en un alarde de talante democrático, designó a Mariano Rajoy como su sucesor al frente del Partido Popular, no pocos fueron los que señalaron que el nuevo presidente del PP representaba al ala moderada del partido. Y cuando Rajoy formó gobierno, unos cuantos años más tarde, se volvió a insistir en que los elegidos para ser ministros se caracterizaban por ser de ideas y actitudes moderadas. Mas unos meses en el Gobierno sirvieron para desengañar a los pánfilos que salieron de su candidez al ver cómo los moderadísimos nos golpean a todos un día sí y otro también con su contundente moderación.
            Y es que, además de la moderada contundencia con la que el Gobierno aplica la ortodoxia liberal en el plano económico, de la mano del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, que han conseguido, entre otros logros, que el número de parados alcance los seis millones y que el fraude fiscal se dispare, hemos tenido que sufrir la moderación del muy moderado ministro de Educación José Ignacio Wert, quien muy moderadamente pretende implantar un sistema educativo neofranquista. Y ahí no acaban las moderaciones, porque el ultramoderado ministro de Justicia y ex alcalde de Madrid, el más moderado de todos los moderados, no contento con sus polémicas leyes de tasas judiciales y del aborto, se dedica a otorgar indultos tan moderados como el concedido a los cuatro Mosso’s de Esquadra  que habían sido condenados por torturar a un hombre.    
            Tras quince meses de moderaciones, ahora le toca el turno, de nuevo, al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Éste era moderadísimo antes de ser ministro, cuando ejercía de tertuliano en la Cadena Ser, pero la verdadera esencia de su moderación salió a la luz con la muy moderada gestión que llevó a cabo del 25-S y sus felicitaciones a la policía por sus moderados excesos. Y por si alguien no tuviera claro cuán moderado es nuestro ministro, éste ha querido despejar dudas con unas declaraciones sobre el matrimonio entre homosexuales, el cual, según el moderado ministro, no puede gozar de la misma protección que el matrimonio entre heterosexuales porque, atención al descubrimiento, ¡no garantiza la supervivencia de la especie! Ya sólo falta que alguien proponga a Fernández Díaz, este Charles Darwin del siglo XXI, como candidato al Premio Nobel de Medicina por sus hallazgos en materia de reproducción humana, lo que no resultaría tan descabellado si tenemos en cuenta que a Barack Obama le concedieron el de la Paz. Mientras esto ocurre, sólo espero que en el PP sigan mandando los moderados, porque da miedo pensar cómo serán los ultras.



sábado, 2 de marzo de 2013

El esPerPento, que no cesa


E
l esperpento del gobierno del PP no parece tener límites. Si hace unos días hablábamos de los pensamientos marxistas -de Groucho, claro- de Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, hoy no salimos de nuestro asombro al escuchar las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien ayer señalaba que no sabe ni cuántos funcionarios tiene España en el exterior, ni cuántos edificios ni quién hace qué: ¡Alucinante! Imaginamos que la culpa de tamaño disparate la tiene el gobierno soecialista anterior, porque si Miguel Ángel Moratinos o Trinidad Jiménez, sus antecesores en el cargo, sí conocían esos datos, Margallo ha tenido más de un año para preguntárselo, así que seguro que ellos tampoco lo sabían, pero nunca nos lo dijeron. Y claro, lo que no averiguaron los soecialistas en tantos años, no lo iba a poder hacer el bueno de Margallo en tan sólo 15 meses. Se comprende así que en el PP, que es el partido del Gobierno, no se sepa nada del exterior, lo que implica que tampoco se sabe cuánto dinero cuesta el despliegue de edificios y de funcionarios, ni tampoco cuántos euros se ahorró el Estado con los recortes en los salarios a los funcionarios. Y hablando de euros y del exterior: ¿sabrá el Gobierno cuántos de los funcionarios de su partido tienen cuentas en el exterior o no le consta? El esPerPento, que no cesa.